7 Trabajo decente y crecimiento económico

Trabajo decente y crecimiento económico

Objetivo 8: Promover el crecimiento económico inclusivo y sostenible, el empleo y el trabajo decente para todos

Un crecimiento económico inclusivo y sostenido puede impulsar el progreso, crear empleos decentes para todos y mejorar los estándares de vida.

La COVID-19 ha alterado miles de millones de vidas y ha puesto en peligro la economía mundial. El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé una recesión mundial tan mala o peor que la de 2009. A medida que se intensifica la pérdida de empleo, la Organización Internacional del Trabajo estima que cerca de la mitad de todos los trabajadores a nivel mundial se encuentra en riesgo de perder sus medios de subsistencia.

Incluso antes del brote de la COVID-19, era probable que uno de cada cinco países (en donde habitan miles de millones de personas que viven en situación de pobreza) vieran sus ingresos per cápita estancarse o reducirse en 2020. A día de hoy, las perturbaciones económicas y financieras derivadas de la COVID-19 (como las alteraciones en la producción industrial, la caída de los precios de los productos básicos, la volatilidad del mercado financiero y el aumento de la inseguridad) están desbaratando el ya de por sí tibio crecimiento económico y empeorando los riesgos acentuados de otros factores.

Acciones diarias para transformar nuestro mundo

  1. Promueve el “Día de Llevar a tus Hijos al Trabajo” para que los jóvenes vean cómo es un ambiente de trabajo saludable.
  2. Fomenta las oportunidades de trabajo para los jóvenes.
  3. Apoya las campañas internacionales para acabar con la esclavitud moderna, el trabajo forzado, la trata de seres humanos y los matrimonios forzosos.
  4. Conviértete en microprestamista y empodera a los jóvenes para que se conviertan en empresarios.
  5. Proporciona estabilidad. Empodera a los jóvenes profesionales para que evolucionen en sus puestos.
  6. Premia el trabajo bien hecho. Las personas responden bien a los sistemas de recompensas.
  7. Proporciona comida para trabajadores con bajos ingresos, como los trabajadores agrícolas. El hambre reduce la productividad.
  8. Proporciona a tus empleados tarifas reducidas para centros y sistemas de salud de calidad.
  9. Garantiza condiciones de trabajo seguras.
  10. Financia programas de capacitación y desarrollo para mejorar competencias.